viernes, 9 de octubre de 2015

Anna Bolena en el MET. 1º de octubre de 2015.


El MET decidió realizar los estrenos absolutos de las óperas de Donizetti conocidas como “de las reinas” contando con Sir David McVicar como regista en las tres producciones: Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereaux.
 

Anna Bolena inauguró la temporada 2011/2012, Maria Stuarda se presentó un año después y Roberto Devereaux tendrá su premier el 24 de marzo de 2016. Además del estreno de la tercera de las óperas, este año tiene dos particularidades: la soprano americana Sandra Radvanosvsky cantará los papeles principales en las tres obras, y McVicar dirigirá la premier y también será responsable de las reposiciones (lo normal en el MET es que el regista supervise sólo la producción original y que las reposiciones las dirijan los llamados stage directors, conocidos como reposition director en el Reino Unido).
 

Robert Jones diseñó la escenografía dividiendo el escenario en dos áreas separadas por una pared perpendicular al proscenio durante la primera escena del primer acto, a la izquierda se encuentra un espacio donde la corte comenta la caída en desgracia de la reina, y a la derecha el interior de los aposentos de Giovanna Seymour. En la segunda escena se despeja el espacio para llevar a cabo la cacería en la que se reúnen el rey, la reina, su hermano Lord Rochefort, y el primer amor de la reina, Lord Riccardo Percy. La tercera escena se desarrolla en un salón del palacio real, simulado por un muro transversal. El segundo acto se desarrolla en el espacio de la reina que ocupa todo el escenario, después en la antesala del Consejo Real, similar al salón del primer acto. La escena de la Torre de Londres explota los recursos técnicos del MET, pues en cuanto Anna es notificada que es condenada a muerte, se eleva un segundo escenario que simula ser el apartamento de la reina en el que espera su muerte. Puedo decir que, pese a tanto movimiento aparente, el escenario es sencillo y depende en gran medida de la iluminación adecuadamente diseñada por Paule Constable. El vestuario diseñado por Jenny Tiramani es absolutamente de la época en la que sucedieron los acontecimientos históricos. Por ejemplo, Ildar Abdrazakov luce tal cual Richard Burton o Robert Shaw lo hicieron en las películas en las que personificaron a Enrique VIII. 
 

Sondra Radvanoksky demostró una voz madura que acompañada con una exquisita técnica belcantista, le permitió sortear con éxito sus arias y liderar los ensambles. Aunque inició cantando formidablemente el aria “Come, inocente giovanne”, su mejor intervención fue en la escena de la locura de Anna, cliché en muchas óperas de Donizetti Bellini, especialmente la caballeta “Copia inicua” en la que denuesta Enrico y Giovanna, a la vez que los perdona. Sus actuaciones como Maria y Elisabetta serán seguramente de alta calidad al haber cantado tan bien el papel de Anna, probablemente el más complicado de los tres.
 

La joven mezzosoprano Jamie Barton como Giovanna, fue una gratísima sorpresa. Su voz es muy bella y cálida, tiene un volumen inmenso capaz de llenar el enorme auditorio del MET, y ha desarrollado una técnica excepcional. El aria que canta cuando el rey la acusa de estar más interesada en el trono que en él mismo, “Ah! qual cercar non oso” fue uno de los puntos más brillantes de la noche.
 

Ildar Abdrazakov dio vida a un impresionante Enrico pese a que no tiene un número de lucimiento individual; no obstante su presencia y actuación, así como sus intervenciones en los grandes ensambles y en los momentos dramáticos clave fue muy importante.
 

El paje Smeton no sólo es quien desencadena la acusación de adulterio contra Anna, por dejar soltar un relicario con una pintura de la reina (recordemos que para ir a la ópera debemos suspender nuestra incredibilidad, y no sólo por el hecho de que se cante, sino que en muchísimas ocasiones los libretos son más o menos débiles), sino que canta una hermosa canción en la primera escena, “Deh! non voler costringere”. La mezzosoprano Tamara Mumford repitió en gran forma el papel que había hecho en 2011.
 

Lord Riccardo Percy, antiguo prometido de la reina cuenta con un aria, ‘Vivi tu’,  que cualquier buen tenor apetece; recordemos que el primer Percy fue Giovanni Battista Rubini lo que debe dar una idea de su dificultad y calidad. El tenor americano Stephen Costello era quien cantaría este personaje, pero al enfermarse fue sustituido por Taylor Stayton quien, a decir verdad, no pudo con la parte.
 

Los papeles secundarios fueron bien interpretados por David Crawford, Lord Rochefort, y Gregory Schmidt, Sir Hervey.
 

Marco Armiliato fue el Marco Armiliato predecible, como también fue predeciblemente buena la calidad de ejecución de la Orquesta. El Coro tuvo una actuación muy destacada; su director Donald Palumbo ha logrado hacer de este grupo un coro que rivaliza con cualquier coro de las grandes compañías de ópera europeas.

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