L’elisir
d’amore en
el MET. Marzo 14 de 2016
La
producción de L’elisir d’amore que se
presenta actualmente en el MET se estrenó en 2012 por Bartlett Sher, el regista
de la casa, con diseños de escenografía de Michael Yeargan, vestuario de
Catherine Zuber e iluminación de Jennifer Tipton. Es una producción literal de
la obra de Donizetti, con una sola modificación, que contradice radicalmente la
personalidad de Nemorino quien, en un momento dado, hace a un lado su timidez
para propinar una nalgada a su amada que además resulta ser la señora del
lugar. Nemorino es tímido y hace honor a su nombre, Nemo en latín significa
nadie, que podría llegar a ser “ningunito nadie” en el contexto de esta ópera;
seriamente me sorprendió la nalgada. Por supuesto, esa nalgada provoca que
Belcore y sus soldados lo repriman golpeándolo.
Aleksandra Kurzak, Adam Plachetka y Vittorio Grigolo
La
función fue dominada ampliamente por Aleksandra Kurzak quien nos regaló una
Adina brillante e impecable en su canto y actuación. Vittorio Grigolo fue un
buen Nemorino, aunque a decir verdad no me pareció lo maravilloso que algunos
colegas comentaron. Adam Plachetka encarnó muy bien al pedante sargento Belcore
y Alessandro Corbelli interpretó un maravilloso Dulcamara. A decir verdad, el
momento que más disfruté fue la barcarola, pues Corbelli y Kurzak lo hicieron
con gran belleza al darle un sentido artístico de alta calidad a esta pieza tan
poco “intelectual”.
Aleksandra Kurzak, Adam Plachetka y Alessandro Corbelli
Enrique Mazzola tuvo un buen desempeño al frente de la orquesta y el coro del MET. Hubo dos situaciones extraordinarias de dos instrumentistas en particular; el primer fagot tuvo una actuación sublime durante “Una furtiva lagrima”, y el trompetista del inicio del segundo acto soltó un cornetazo espantoso como sustitución al glissando indicado en la partitura. Mis vecinos de asiento y yo saltamos pues la nota en falso fue demasiado notable.
Como
dato aparte, debo decir que fueron muy notables los muchos espacios vacíos,
pese a la distribución masiva de boletos a precio de regalo, aún en asientos
cuyo precio original es superior a los 200 dólares.
Al
final salí buscando a quien cantarle “Io son rico, e tu sei bella”.
@
Luis Gutiérrez Ruvalcaba
No hay comentarios.:
Publicar un comentario