martes, 15 de abril de 2014

Otra visita a Le nozze di Figaro (IV)

La acción de la ópera durante los dos primeros actos se llevó a cabo en habitaciones supuestamente privadas, tanto la del valet y la doncella, como la de la Condesa. Sin embargo, es claro que se trata de espacios totalmente públicos; en el caso de los sirvientes no es una situación tan relevante, pero en el de la Condesa sí lo es, dado que hasta el jardinero entra borracho.

Esto, impensable en nuestros días de sacrosanta privacidad, es acorde con las costumbres del siglo XVIII, donde la Reina de Francia daba a luz en público y los cortesanos “pagaban por ver” (literalmente) las comidas del Rey en sus habitaciones “privadas”.

Durante la segunda mitad de la ópera, la acción se desarrollará en áreas más públicas del castillo de Aguasfrescas, incluyendo el jardín.


Acto III
 
El salón principal del castillo con el escritorio del Conde, quien despacha ahí en sus funciones de juez como el Gran Corregidor de Andalucía. Hacia las cuatro de la tarde.

El Conde, confundido por los eventos precedentes, reflexiona sobre la situación. Incitada por la condesa, Susanna entra en escena y el Conde trata de seducirla de nuevo, de nuevo trata pues aún no la ha seducido.


 
En este dueto de seducción, No.17, “Crudel ! perchè finora farmi languir così?” Mozart inicia en la menor cuando Almaviva se queja de la crueldad de la doncella, pero se mueve a La mayor cuando inicia lo que cree es la seducción de Susanna. Todos los duetos de seducción o de amor de Mozart tienen como tonalidad La mayor. Por supuesto, la seducción sólo se la cree el Conde, pero las respuestas equívocas de Susanna nos indican que el intento fue de nuevo, infructuoso, aunque Susanna y el Conde se hayan citado para una cita en el jardín después de la boda.

Cantan Thomas Allen y Kathleen Battle

 
 


 
Al salir Susanna se encuentra con Figaro a quien dice que ya resolvieron el problema. Almaviva oye y estalla cantando su aria iniciando con un recitativo acompañado. La tonalidad es Re mayor, la de la ópera y ¡la del aria del ridículo y pomposo Bartolo! En ella, No.18, “Hai già vinto la causa… Vedrò mentr’io sospiro felice un servo mio?” ventila su frustración porque un siervo lo supere en felicidad, a la vez que decide dar la razón a Marcellina, quien ejercerá la garantía del préstamo, casarse con Figaro, para así dejarle el camino libre con Susanna. Al terminar abandona la escena.

Canta Thomas Allen
 

 
No asistimos al juicio [Cuando Mahler era el dictador de la Hofoper de Viena, escribió un recitativo secco para insertarlo en este punto; afortunadamente fue desechado] en el que se condena a Figaro a pagar a Marcellina o de lo contrario deberá casarse con ella, ya que Mozart y Da Ponte nos llevan directamente a la escena posterior en la que Don Curzio, notario y tartamudo –según Kelly, el primer Curzio, por su sugerencia– notifica el laudo a Figaro en presencia de Marcellina, su abogado Bartolo y por supuesto el juez, Almaviva. Figaro se excusa diciendo que él es de familia noble (de muy bajo nivel por supuesto, pero noble), por lo que no puede casarse sin la autorización de sus padres, ya que fue secuestrado por unos bandidos cuando era pequeño. Como prueba de esto, dice que tiene una seña en su brazo, misma que Marcelina y Bartolo reconocen sin chistar. Marcellina dice que Figaro es su hijo desaparecido al poco de nacer y que Bartolo es su padre. Por supuesto esto invalida el contrato, lo que agrega otra derrota al Conde. En ese momento llega Susanna con la dote que le regaló la Condesa y enfurece al ver a su novio en brazos de su rival; sin embargo entre todos le explican la situación, además Marcellina dota a Figaro rompiendo el contrato y obliga a Bartolo a darle otro tanto en contante.
El sexteto, No.19, “Riconosci in questo ampolesso” era uno de los números favoritos de Mozart.
Cantan Sophie Pondjiclis, Luca Pisaroni, Antonio Abete, Serge Goubioud, Pietro Spagnoli y Rosemary Joshua
 
 
En este sexteto, Mozart no siguió las sugerencias de longitud de versos y rimas de Da Ponte, decidiendo componer una forma sonata, que en palabras de Charles Rosen, el musicólogo más importante del periodo clásico, representa "la adaptabilidad de la forma sonata a la ópera en la forma menos compleja y más perfecta". Es decir, Mozart vuelve a basarse en la técnica instrumental para lograr una de las óperas más importantes de la historia de la forma artística.    
Al salir los seis de la escena, pasa Barbarina quien dice a Cherubino que lo disfrazará de mujer,“la más bella del castillo”, para que pueda asistir a la boda
En la copia autógrafa de Mozart se indica el inicio de un aria de Cherubino que nunca fue compuesta.
A continuación entra la Condesa preguntándose sobre el resultado del encuentro entre el Conde y Susanna y meditando sobre el amor perdido, la infidelidad de su marido y la posibilidad de reencontrar su felicidad al reconquistar a quien conociese como Lindoro. Esto lo hace cantando el recitativo acompañado y aria, No.20, “E, Susanna non bien… Dove sono I bei momenti”.
Esta aria, como la del Conde, se aleja un tanto del modo buffo, pero no desentona con el todo en forma alguna.
Canta Annete Dasch


 
El aria, de una belleza inusitada, nos presenta a Rosina dispuesta a tomar la iniciativa, en claro contraste con la cavatina del segundo acto con la que Mozart la presentó pasiva debido a la tristeza que la embargaba.
La Condesa deja la escena y pasa el Conde con Antonio, quien le dice que Cherubino sigue en el castillo, enseñándole su sombrero como evidencia.
Regresa la Condesa con Susanna a quien le dicta una nota para fijar el lugar de la cita nocturna en los pinos del jardín. Una vez escrita la nota la asegura con un alfiler.
El dueto que cantan, No.21 "Canzonetta sull'aria", ha sido desde el estreno, uno de los favoritos del público. Se repitió tres veces durante las dos primeras funciones; en las siguientes José II prohibió los "encores".
Cantan este grandioso dueto Annette Dasch y Rosemary Joshua.



 

Lo que pueden hacer musicalmente dos sopranos con un oboe, un fagot y cuerdas, es una prueba del genio de Mozart.
[La música puede tener significados muy diferentes al original. Este dueto es un típico ejemplo de ello. En la película de Frank Darabont The Shawshank Redemption (1994), desarrollada en una cárcel, el héroe, Andy Dufresne (Tim Robbins) quien atiende temporalmente la biblioteca decide poner este dueto en un tocadiscos conectado al sistema de sonido de la prisión. Su amigo Red (Morgan Freeman) narra el momento en una forma inolvidable. Pocas cosas pueden hacer un mayor contraste con la horrible vida carcelaria que la belleza de este dueto. A esto es a lo que yo llamo metasignificado].


 
Al terminar de escribir la nota, entran todas las jóvenes de la propiedad, Cherubino entre ellas, portando flores que ofrecen a la Condesa, entonando un bello coro, No.22, “Ricevete, o padroncina”.
Canta el coro Monteverdi
 
  
Antonio descubre al paje y Figaro aprovecha la confusión para forzar al Conde a realizar la boda.
Se celebran las bodas de Figaro y Susanna y de Bartolo y Marcelina; durante el baile, Susanna pasa la nota al Conde pero al abrirla se pica con el alfiler que debe devolverse como seña de conformidad, por lo que se le cae
Durante el baile, Mozart pide prestado a Gluck el fandango del ballet Don Juan, algo muy común en el siglo XVIII cuando los préstamos y auto-préstamos eran muy comunes. Como he enfatizado, la música de danza es muy importante en esta ópera, y en este caso en particular mucho más. Siempre ponemos atención a las chicas que cantan “Amante costanti” –a las que las producciones anglosajones bautizan como bridemaids– cuando en realidad libreto y partitura dan indicaciones de baile para seis campesinas, de las cuales sólo dos cantan.

Al oír el texto de la segunda estrofa de este mini-dueto, "Cediendo un derecho que ultraja, que ofende, él castas os entrega a vuestros amantes", en el que se alaba la abolición del derecho de señoría, me pregunto si los ponedores de escena que trasladan la escena a nuestro siglo, o al pasado, se dan cuenta que no quieren entender el texto (lo más probable) o piensan que es el público quien no entiende. ¿Habrá jóvenes hoy día que alaben a un gran señor por no violar a su amiga?   
Todo esto sucede en el Finale del acto III, No.23, "Ecco la marcia. Andiamo !" que interpretan René Jacobs et al


La tornaboda deparará muchas sorpresas a los tres varones principales del reparto, Cherubino, Figaro y, sobre todo, al Conde de Almaviva.
Si alguien quiere volver a ver este final, no hay como el que nos regaló Jean - Pierre Ponnelle en su producción especialmente hecha para la pantalla. Lo recomiendo de todo corazón, oreja y cerebro. No la usé por la falta de subtítulos, pero si eso no les incomoda, adelante. Incluye el aria de Barbarina del acto IV así que, si lo desean, pueden interrumpir el clip a los 6 minutos.
 


 
© Luis Gutiérrez Ruvalcaba
 

 

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