Esto, impensable en nuestros días de sacrosanta privacidad, es acorde con las costumbres del siglo XVIII,
donde la Reina de Francia daba a luz en público y los cortesanos “pagaban por ver”
(literalmente) las comidas del Rey en sus habitaciones “privadas”.
Durante la segunda mitad de la ópera, la acción se
desarrollará en áreas más públicas del castillo de Aguasfrescas, incluyendo el
jardín.
Acto III
El Conde, confundido por los eventos precedentes, reflexiona sobre la situación. Incitada por la condesa, Susanna entra en escena y el Conde trata de seducirla de nuevo, de nuevo trata pues aún no la ha seducido.
En este dueto de seducción, No.17, “Crudel ! perchè
finora farmi languir così?” Mozart inicia en la menor cuando Almaviva se queja
de la crueldad de la doncella, pero se mueve a La mayor cuando inicia lo que
cree es la seducción de Susanna. Todos los duetos de seducción o de amor de
Mozart tienen como tonalidad La mayor. Por supuesto, la seducción sólo se la cree el
Conde, pero las respuestas equívocas de Susanna nos indican que el intento fue
de nuevo, infructuoso, aunque Susanna y el Conde se hayan citado para una cita en el jardín después de la boda.
Cantan Thomas
Allen y Kathleen Battle
Canta Thomas Allen
No asistimos al juicio [Cuando Mahler era el dictador de la Hofoper de Viena, escribió un recitativo secco para insertarlo en este punto; afortunadamente fue desechado] en el que se condena a Figaro
a pagar a Marcellina o de lo contrario deberá casarse con ella, ya que Mozart y Da Ponte nos llevan directamente a la escena posterior
en la que Don Curzio, notario y tartamudo –según Kelly, el primer Curzio, por
su sugerencia– notifica el laudo a Figaro en presencia de Marcellina, su
abogado Bartolo y por supuesto el juez, Almaviva. Figaro se excusa diciendo que
él es de familia noble (de muy bajo nivel por supuesto, pero noble), por lo que no puede casarse sin la autorización de
sus padres, ya que fue secuestrado por unos bandidos cuando era pequeño. Como prueba de esto,
dice que tiene una seña en su brazo, misma que Marcelina y Bartolo reconocen sin chistar. Marcellina
dice que Figaro es su hijo desaparecido al poco de nacer y que Bartolo es su
padre. Por supuesto esto invalida el contrato, lo que agrega otra derrota al Conde.
En ese momento llega Susanna con la dote
que le regaló la Condesa y enfurece al ver a su novio en
brazos de su rival; sin embargo entre todos le explican la situación, además Marcellina dota a Figaro rompiendo el contrato y obliga a Bartolo a darle
otro tanto en contante.
El sexteto, No.19, “Riconosci in questo ampolesso”
era uno de los números favoritos de Mozart.
Cantan Sophie Pondjiclis, Luca Pisaroni, Antonio Abete, Serge
Goubioud, Pietro Spagnoli y Rosemary Joshua
En este sexteto, Mozart no siguió las sugerencias de longitud de versos y rimas de Da Ponte, decidiendo componer una forma sonata, que en palabras de Charles Rosen, el musicólogo más importante del periodo clásico, representa "la adaptabilidad de la forma sonata a la ópera en la forma menos compleja y más perfecta". Es decir, Mozart vuelve a basarse en la técnica instrumental para lograr una de las óperas más importantes de la historia de la forma artística.
Al salir los seis de la escena, pasa Barbarina quien
dice a Cherubino que lo disfrazará de mujer,“la más bella
del castillo”, para que pueda asistir a la boda
En la copia autógrafa de Mozart se indica el inicio
de un aria de Cherubino que nunca fue compuesta.
A continuación entra la Condesa preguntándose sobre
el resultado del encuentro entre el Conde y Susanna y meditando sobre el amor
perdido, la infidelidad de su marido y la posibilidad de reencontrar su felicidad
al reconquistar a quien conociese como Lindoro. Esto lo hace cantando el recitativo
acompañado y aria, No.20, “E, Susanna non bien… Dove sono I bei momenti”.
Esta aria, como la del Conde, se aleja un tanto del
modo buffo, pero no desentona con el
todo en forma alguna.
Canta Annete Dasch
El aria, de una belleza inusitada, nos presenta a
Rosina dispuesta a tomar la iniciativa, en claro contraste con la cavatina del
segundo acto con la que Mozart la presentó pasiva debido a la tristeza que la
embargaba.
La Condesa deja la escena y pasa el Conde con
Antonio, quien le dice que Cherubino sigue en el castillo, enseñándole su sombrero
como evidencia.
Regresa la Condesa con Susanna a quien le dicta una nota para fijar el lugar de la cita nocturna en los pinos del jardín. Una vez escrita la nota la asegura con un alfiler.
El dueto que cantan, No.21 "Canzonetta sull'aria", ha sido desde el estreno, uno de los favoritos del público. Se repitió tres veces durante las dos primeras funciones; en las siguientes José II prohibió los "encores".
Cantan este grandioso dueto Annette Dasch y Rosemary Joshua.
Lo que pueden hacer musicalmente dos sopranos con un oboe, un fagot y cuerdas, es una prueba del genio de Mozart.
[La música puede tener significados muy diferentes al
original. Este dueto es un típico ejemplo de ello. En la película de Frank Darabont The Shawshank
Redemption (1994), desarrollada en una cárcel, el héroe, Andy Dufresne (Tim
Robbins) quien atiende temporalmente la biblioteca decide poner este dueto en un tocadiscos
conectado al sistema de sonido de la prisión. Su amigo Red (Morgan Freeman)
narra el momento en una forma inolvidable. Pocas cosas pueden hacer un mayor
contraste con la horrible vida carcelaria que la belleza de este dueto. A esto
es a lo que yo llamo metasignificado].
Al terminar de escribir la nota, entran todas las
jóvenes de la propiedad, Cherubino entre ellas, portando flores que ofrecen a
la Condesa, entonando un bello coro, No.22, “Ricevete, o padroncina”.
Canta el coro Monteverdi
Se celebran las bodas de Figaro y Susanna y de Bartolo
y Marcelina; durante el baile, Susanna pasa la nota al Conde pero al abrirla se
pica con el alfiler que debe devolverse como seña de
conformidad, por lo que se le cae
Durante el baile, Mozart pide prestado a Gluck el fandango del ballet Don Juan, algo
muy común en el siglo XVIII cuando los préstamos y auto-préstamos eran muy comunes. Como he enfatizado, la música de danza es muy importante
en esta ópera, y en este caso en particular mucho más. Siempre ponemos atención
a las chicas que cantan “Amante costanti” –a las que las producciones anglosajones bautizan
como bridemaids– cuando en realidad libreto y partitura dan indicaciones de
baile para seis campesinas, de las cuales sólo dos cantan.
Al oír el texto de la segunda estrofa de este mini-dueto, "Cediendo un derecho que ultraja, que ofende, él castas os entrega a vuestros amantes", en el que se alaba la abolición del derecho de señoría, me pregunto si los ponedores de escena que trasladan la escena a nuestro siglo, o al pasado, se dan cuenta que no quieren entender el texto (lo más probable) o piensan que es el público quien no entiende. ¿Habrá jóvenes hoy día que alaben a un gran señor por no violar a su amiga?
Al oír el texto de la segunda estrofa de este mini-dueto, "Cediendo un derecho que ultraja, que ofende, él castas os entrega a vuestros amantes", en el que se alaba la abolición del derecho de señoría, me pregunto si los ponedores de escena que trasladan la escena a nuestro siglo, o al pasado, se dan cuenta que no quieren entender el texto (lo más probable) o piensan que es el público quien no entiende. ¿Habrá jóvenes hoy día que alaben a un gran señor por no violar a su amiga?
Todo esto sucede en el Finale del acto III, No.23, "Ecco la marcia. Andiamo !" que interpretan René Jacobs et al
La tornaboda deparará muchas sorpresas a los tres
varones principales del reparto, Cherubino, Figaro y, sobre todo, al Conde de
Almaviva.
Si alguien quiere volver a ver este final, no hay como el que nos regaló Jean - Pierre Ponnelle en su producción especialmente hecha para la pantalla. Lo recomiendo de todo corazón, oreja y cerebro. No la usé por la falta de subtítulos, pero si eso no les incomoda, adelante. Incluye el aria de Barbarina del acto IV así que, si lo desean, pueden interrumpir el clip a los 6 minutos.
© Luis Gutiérrez Ruvalcaba
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